Entre los muchos intentos de delimitar y describir el complejo fenómeno del jazz, el crítico y estudioso alemán Joachim-Ernst Berendt, en su obra clásica El Jazz: De Nueva Orleans al Jazz Rock, nos dice:
El jazz es una forma de arte musical que se originó en los Estados Unidos mediante la confrontación de los negros con la música europea. La instrumentación, melodía y armonía del jazz se derivan principalmente de la tradición musical de Occidente. El ritmo, el fraseo y la producción de sonido, y los elementos de armonía de blues se derivan de la música africana y del concepto musical de los afroamericanos.

La identidad musical del jazz es compleja y no puede ser aislada ni delimitada con facilidad. En primer lugar, aunque a menudo el término se use para hacer referencia a un idioma musical (tal como se hace, por ejemplo, cuando se habla de música clásica), el jazz es en realidad una familia de géneros musicales cuyos miembros comparten características comunes, pero no representan individualmente la complejidad de género como un todo; en segundo lugar, sus diversas "funciones sociales" (el jazz puede servir como música de fondo para reuniones o como música de baile, pero ciertos tipos de jazz exigen una escucha atenta y una concentración profunda) requieren una ángulo de estudio diferente; y en tercer lugar, el tema racial siempre ha generado un profundo debate sobre el jazz, moldeando su recepción por parte del público. Si bien es cierto que el jazz es un producto de la cultura afroamericana, siempre ha estado abierto a influencias de otras tradiciones musicales, y ya desde la década de 1920 ha sido ejecutado por músicos de diversas partes del mundo con un background muy diferente. En ocasiones se ha mostrado como paradigma del jazz la obra de músicos comerciales, que los aficionados y la crítica han considerado subproductos alejados de la tradición, entendiendo por el contrario, que el jazz es una forma de música negra, en la que los afroamericanos han sido sus mayores innovadores y sus más notables representantes.
La voz y el jazz
El jazz nació directamente de la música vocal, y así no es de extrañar que muchos músicos traten de imitar la voz humana con sus instrumentos, un fenómeno que es particularmente evidente en los sonidos growl de trompetistas y trombonistas. Por otra parte, la influencia de los instrumentistas sobre los cantantes de jazz es indudable, hasta el punto que sus normas determinan los estándares de éstos últimos, quienes suelen tratar su voz como so fuese un instrumento. Desde este punto de vista los cánones de la música clásica europea (esto es, la pureza de la voz, su volumen y su registro) son del todo irrelevantes para los vocalistas de jazz, quienes en muchos casos tienen voces feas y registros muy limitados desde la perspectiva de los cánones clásicos.Blues

El blues, como estructura musical, adoptó un formato de doce compases que depende de armonías tónicas y acordes dominantes y subdominantes, además de la utilización de la llamada nota de blues.Este formato era extraño para los músicos de tradición europea, sobre todo por la longitud del mismo. Pero los músicos de blues, con sus raíces en las canciones de trabajo y otras músicas del tipo call and response, estaban acostumbrados a estos patrones asimétricos.
El papel del blues en la historia del jazz es esencial, conformándose como la "espina dorsal" de éste. Como género desarrolló su propia historia y sus propios estilos, en ocasiones fusionados con el mismo jazz, pero como "estructura compositiva" ha integrado el repertorio básico de todos los estilos de jazz que han existido.
Los primeros músicos reconocidos de blues fueron Robert Johnson, Blind Lemon Jefferson, Charlie Patton, Son House o Leadbelly, entre otros. Robert Johnson sigue siendo el más conocido de los cantantes de delta blues del Misisipi, a pesar de que no llegó a vender muchos discos hasta su muerte en 1938
No hay comentarios:
Publicar un comentario